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Protección del Medio Ambiente

Protección del Medio Ambiente

Hacer reciclaje de textiles es sinónimo de protección activa del medio ambiente

Cada tejido viejo reciclado representa un ahorro de los recursos y contaminantes necesarios para la producción primaria. Aquí hay algunos ejemplos para aclarar esta idea:

- Además de necesitar un espacio excesivamente grande (67 ha por tonelada), la producción de 1 kg de fibra de algodón requiere aproximadamente entre 22.000 y 25.000 litros de agua,

- Aproximativamente 11% de las pesticidas mundiales y 25% del uso mundial de pesticidas están destinados a la producción de algodón.
- Aproximadamente la mitad de las fibras utilizadas en los textiles se producen a partir de materias primas fósiles.
- La reutilización (preparación) de una camiseta previene un equivalente de 2,5 kg de CO2

Por lo tanto, la reutilización de textiles viejos desempeña un papel importante para conservar los recursos, ahorrar energía, reducir el consumo de agua y minimizar el uso de sustancias nocivas.

La reciclaje en el extranjero no compite con la economía local, sino que proporciona acceso barato a textiles de alta calidad.

Reciclaje

¿Qué hacer con los textiles viejos?

Los textiles viejos que ya no valen más se procesan y reciclan:

- El 20% se convierte en paños de limpieza.
- El 20% se utiliza como material aislante en el sector de la automoción.
- El 10% se utiliza para generar energía (tejidos viejos que ya no se pueden reciclar).
- Al 50% de los textiles y zapatos recogidos se les da una nueva vida como ropa de segunda mano.

Por ejemplo, en América del Sur, Europa del Este y África.

Paños de limpieza
20%
Aislamiento
20%
Energía
10%
Segunda mano
50%
Más del 70% de la población mundial usa artículos de segunda mano. Sería difícil satisfacer esta demanda con materias primas primarias. Nuestra industria crea puestos de trabajo en lugar de destruir mercados. Solo en Kenia, 200.000 personas se ganan la vida con el comercio de ropa vieja. En general, una persona que trabaja en Kenia se ocupa de varias familias. Los comerciantes, sastres y minoristas encuentran así su lugar en la cadena de reciclaje textil.